El viento de las horas

Hay momentos en los que el viento de las horas, se transforma de forma tan penetrante que acordán invariablemente puntualizados en el razonamiento de las personas. Ángeles Mastretta nos hace colaboradores del comisionado en esos días invocados a los momentos más ordinarios y de la misma forma más valorados de nuestro entorno cálido y daditativo. Aquí renacen los detalles, que hacen que el reloj pase más lento, contemples y valores tu alrededor, a grandes cuestiones que nos competen como la adolescencia, la hermosura, la pasión, los decesos y, sobre todo, el correr de los años. Es una conmemoración de la euforia de estar en éste planeta, de la dicha con la exactitud de dejar correr el tiempo, la ocupación perfecta de los gozos imborrables de la vida. Un pasaje por aquellos sucesos memorables que se forman de acuerdo a espacio y tiempo, que sin dudar en cada recuerdo se impregna la felicidad constante.