Liz siempre supo que Wes no podría nunca ser un buen novio como lo era en algunas de sus fantasías infantiles románticas y es que cuando ella lo veía como un niño tierno, él solo se encargaba de hacerle travesuras como la vez que puso una rana en su casa de muñecas o cuando puso el gnomo decapitado en su ... Leer Más »